Creo que está vez las
cosas están más mal que nunca. Después de la desastrosa actuación en el Estadio
Nacional frente a los de la herradura en el pecho (U. de chile), cayendo por 5
a 0, la desesperación comienza a gobernar el camarín y a la dirigencia del Club
Social y Deportivo Colo-Colo.
Esto se veía venir,
si no se conseguía un buen resultado frente al archí rival, mas o menos se dimensionaban
las consecuencias que esto traería y sobre todo la presión extra que se integraría
a los jugadores. Luis Pérez Director Técnico del Cacique mencionó que “No
tenemos derecho a mostrar algo como lo de ayer” y apuntó también que se le dió
total tranquilidad para trabajar con el equipo hasta que termine el Apertura
por parte de la dirigencia.
Una de estas
demostraciones de presión ocurrió en la mañana siguiente después del súper clásico,
cuando aproximadamente 300 barristas de la famosa garra blanca, invadieron las prácticas
del plantel en el Estadio Monumental. El equipo realizaba un trabajo de recuperación
para los jugadores que habían participado del encuentro el día anterior,
mientras los que no habían jugado hacían futbol reducido. El gerente general
confesó que presentará las denuncias correspondientes al caso.
A mi parecer hay que
dejar que las cosas pasen, estamos en un equipo grande con una historia
tremenda a las espaldas y se le debe dar total respaldo a quienes tomaron las
riendas en el equipo hasta que termine por lo menos el campeonato. Ya
terminando esta fase hay que comenzar a cortar por lo sano, que abandonen el
club todos los que ya cumplieron su siglo y no aportaron nada a este club, como
lo es en el caso de algunos jugadores y Jaime Pizarro, a quien se le debe mucho
respeto como ex Jugador del Eterno Campeón, pero no hizo bien su trabajo como Gerente
Deportivo y es hora que profesionales se hagan cargo del equipo más grande de nuestro
país.

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